La emoción, los nervios de empezar este hermoso proyecto donde no sabíamos que nos esperaba y que la única forma de verlo era probando. Podemos decir que nuestras expectativas se superaron a un 100% al darnos cuenta que hicimos un viaje grupal conociendo gente maravillosa y fue genial elegir a Cusco como nuestro primer destino para esta nueva aventura.

Cusco fue uno de los tantos lugares que visitamos en nuestro viaje De Alaska a Patagonia y que queríamos recorrerlo de nuevo pero esta vez acompañados de nuestros viajeros.

Nuestro encuentro en el Aeropuerto fue cargada con mucha emoción porque al empezar a conocernos cada vez veíamos que algo nos unía y darnos cuenta que teníamos en común eran esas ansias de compartir experiencias. Salimos un 15 de Agosto del 2018 en un vuelo directo inaugural de Latam vía Cusco, cuando aterrizamos nos recibieron bautizando el avión con fuentes de agua de parte de los bomberos, cosa que no es muy común ver cuando uno viaja, por lo que sabíamos que este viaje específicamente iba ser muy especial.

Pasamos por los controles típicos de aeropuerto y al salir de ahí empezamos a sentir esos 3.399 metros sobre el nivel del mar que gracias a las recomendaciones de nuestros guías en destino nos empezamos adaptar de a poco en el trayecto. De igual forma planificamos llegar ese primer día a Valle Sagrado que estando a menor altura sabíamos que nos íbamos adaptar con más facilidad.

Al día siguiente bien temprano partimos a conocer el complejo Arqueológico de Ollantaytambo y el Mercado Pisac donde pudimos conocer un poco más a la gente local, ver la increíble arqueología y apreciar las obras de los artesanos de la zona en sus textiles, esculturas, etc. Seguimos visitando y logramos llegar a las Salineras de Maras para finalizar el día tomando el tren rumbo a Machu Picchu. Machu Picchu fue la guinda del helado en este viaje, donde empezamos la excursión con un viaje combinando bus y tren y al llegar nos impresionó la vista, la energía del lugar, el cielo despejado y la dimensión del lugar en medio de una selva escondida, realmente se podría sentir el descubrimiento del lugar por parte de cada uno de nuestros ojos. Finalmente terminamos el último día disfrutando de la linda ciudad de Cusco donde fuimos a los lugares hístoricos y más lindos de la ciudad donde nos terminamos de llenar de su cultura, comida y de su gente. Nos encantó este viaje y lo mejor de todo es que terminamos con muy buenos amigos viajeros